Tengo los labios quemados,
por nuestros besos, los adorados,
aún te siento en mi boca,
siento tu amor, querer y un adiós secreto.

Me sentí soñar en nuestra noche,
te sentí mía por completo.
Hoy es un lejano sueño, es una noche,
es un cuento, es una estrella fugaz, es el viento.

Nos quisimos un sola noche, (te quise)
te extraño cada momento,
vivo ese instante cada día que te pienso.
Te vuelvo a besar, amarte de nuevo.

Eres mi amiga, mi amor, mi recuerdo
te quiero aunque nunca más conosca tu cuerpo,
aunque nunca más lea tus pensamientos.
Eres mi amiga, mi gatita, en todo momento.

Vi un brillo en tus ojos
que en esa noche se hacía más intenso.
Alumbraste con ellos mi alma,
mi vida, mi corazón que era muerto.

Te despedí, esa noche fue un lamento.
Imaginé que esa noche sería mi última verdad,
que para siempre vivirías en mis recuerdos.
Te despedí, un adiós y sin querer te vi a lo lejos.

Han pasado días, años, meses,
una eternidad, un lamento.
Te recuerdo,te amo, te pienso,
¿dónde estás amiga que no te encuentro?

Te sufro amiga, por no poder hablarte,
no te encuentro pero te respiro, casi te veo.
Me hace mucha falta tu amistad,
tu cariño, comprensión, tu verbo.

Esto es todo, no puedo con el sufrimiento,
mi poema se convierte en un tormento.
Termino por decirte que siempre te recordaré,
te extrañaré… mi amiga, mi amor, mi secreto.

Quizás la muerte me levante
sin nunca volver a decirte
lo mucho que te quiero, !siempre recuerdalo!
Aunque yo muera tu recuerdo mitigará mi tormento.

Aurelio Vidal

La poesía es dolorosa,
haz caso a mis letras hijo del alma.
La poesía es un tormento, es tristeza,
es como si un hombre pariera, un enigma.

La poesía es dolorosa,
escribir unos versos en busca de estima,
que alguien llore con tu esperanza,
que te recuerden luminoso, que sientan calma.

Es la poesía dolorosa y eterna,
suspirar diariamente, atrapar ese vaho que escapa.
Es escribir algunas letras, ocultarse tras la Luna
en busca de una niña fugitiva, tender a sus pies mi capa.

Cada poesía es un nuevo nacimiento,
una niña virgen que se protege como a una santa.
Es la vida misma, un monólogo, un nuevo cuento
que quieres contar, otra vez la musa canta.

Aurelio Vidal

Mi sueño eterno,
mi amor no encontrado,
te espero cada día a mi lado,
no te conosco pero te amo,
aunque el amor es lejano.

Quizás estas palabras
hoy no significan nada,
quizás es un pensamiento
que lleva el viento.

Ya es muy tarde.
Ya me domina la noche.
No dejo de pensar, mi corazón late.
Quizás nunca te vea,quizás no te sienta.
Quizás soy un anciano que espera.

Ilusión, esperanza, ternura,
amor… quizás no te vea,
amor, quizás nunca te sienta.
Te siento, en mi mente eres cierta.

Es extraño, no hay motivo,
no te conosco, eres secreta
pero, te pienso, te imagino, es un sueño.
Quiero encontrarte, desatar tu silueta.

Eres lejana,
la vida más de mi te aleja.
Eres un sueño que mi alma no suelta.
Quiero no pensarte pero eres dueña.

Eres el secreto del viento,
eres la luz de una estrella.
Te pienso… casi te veo.
La distancia te hace secreta.

Busco liberar el alma,
viajar en la magia del sueño.
trataré, lo presiento,
encontraré en algún lugar tu cuerpo.

Te sueño… te encuentro.
Oigo tu voz como en alas del cielo,
¿Qué sucede? !Estoy despierto!
Luego de busco, ya no te encuentro.

Aurelio Vidal

Quiero saber el por qué de las cosas,
no quiero escribir un poema más,
saber todo lo que me llevará a saber nada,
escribir la diferencia de todo lo que he escrito.

Porque ya los poetas lo han escrito todo,
en esa forma tan pecular en cada cual,
que bellamante han nombrado todo lo querido,
también(en muchos casos)lo han hecho con lo que no han querido.

Yo quiero escribir lo que ellos no han escrito,
difícil misión que le he encomendado a mi espíritu.
Encontrar la sabiduría dormida en el cosmos,
decifrar la memoria cósmica que me domina.

Besar todo ésto que no veo y que no siento,
pero que está allí. Abrazar lo que no escucho,
lo que no palpo, nombrar lo que no logro
oler pero, que está allí sin saber que lo se.

Poseer la suerte, la virtud extrema
de escribir lo que aún no se ha escrito.
Palabra insípidamente sobria, esa que quema,
palabra dulcemente ebria, la que abraza.

Extraer de la memoria cósmica, estelar,
todo aquello que no se nombra, lo que da paz,
lo que arranca del cuerpo el alma, que nutre
de suspiros la esperanza y, traiciona, traiciona la calma.

Que más da no poder escribir lo que deseo,
fuera de los parámetros normales, de la enseñanza.
No de amores, ni de odios, no de victorias
y desesperanzas. Escribir lo que no puedo,
quiero decir, lo que nadie puede…

Así me quedo humillado y niño,
adolorido y sediento del saber no sabido.
Tratando de encontrar lo que no espero,
llorando esto que no encuentro, la que quiero.

Aurelio Vidal