Bajo el luengo sueño etéreo,
Elidíase el sol,
Astros de la noche despertaban tenaces,
Tempestades arremetían en mi corazón.
Ruiseñores avisáronme de tu partida,
Intento (y no por ello consigo…) tu marcha caiga en el olvido.
Zarpó en tu barco
La ilusión a la deriva,
Allí murió ella… y alli morí yo.
Irónica sonrisa la de la vida, pues…
No me dejó mas que el anhelo por tu amor.
Guillermo Arturo Borao Navarro