La espalda ancha, trabajada, fuerte
Se entrega toda en una noche.
La miro frente a frente,
Se deja acariciar
No puede defenderse.
La siento, trémula
Sus ángulos cambian
Sigue allí.
Inerme.
Los rasguños en su espacio
Son huellas
Del daño que es dulce
De arrebatos
Pero sigue allí
Se entrega
A mí.
Leticia Bermúdez