From all this I´m the only one who parts.
From this bench I´m off, from my breeches,
from my great situation, from my acts,
from my number split part to part,
from all this I´m the only one who parts.

From the Champs Élysées or as strange
little Moon Street turns around,
my defunction´s off, my cradle parts,
and surrounded by people, alone, loose,
my human resemblance turns around
sending out its shadows one by one.

And I remove from everything, for every
thing remains to make my alibi:
my shoe, its buttonhole, likewise its mud-
even the double in the elbow
of my own shirt buttoned up.

Profesor de sollozo —he dicho a un árbol—
palo de azogue, tilo
rumoreante, a la orilla del Mame, un buen alumno
leyendo va en tu naipe, en tu hojarasca,
entre el agua evidente y el sol falso,
su tres de copas, su caballo de oros.

Rector de los capítulos del cielo,
de la mosca ardiente, de la calma manual que hay en los asnos;
rector de honda ignorancia, un mal alumno
leyendo va en tu naipe, en tu hojarasca,
el hambre de razón que le enloquece
y la sed de demencia que le aloca.

Técnico en gritos, árbol consciente, fuerte,
fluvial, doble, solar, doble, fanático,
conocedor de rosas cardinales, totalmente
metido, hasta hacer sangre, en aguijones, un alumno
leyendo va en tu naipe, en tu hojarasca,
su rey precoz, telúrico, volcánico, de espadas.

¡Oh profesor, de haber tánto ignorado!
¡oh rector, de temblar tánto en el aire!
¡oh técnico, de tánto que te inclinas!
¡Oh tilo! ¡oh palo rumoroso junto al Marne!

I shall die in Paris, in a rainstorm,
On a day I already remember.
I shall die in Paris— it does not bother me—
Doubtless on a Thursday, like today, in autumn.

It shall be a Thursday, because today, Thursday
As I put down these lines, I have set my shoulders
To the evil. Never like today have I turned,
And headed my whole journey to the ways where I am alone.

César Vallejo is dead. They struck him,
All of them, though he did nothing to them,
They hit him hard with a stick and hard also
With the end of a rope. Witnesses are: the Thursdays,
The shoulder bones, the loneliness, the rain, and the roads…

A la cabeza de mis propios actos,
corona en mano, batallón de dioses,
el signo negativo al cuello, atroces
el fósforo y la prisa, estupefactos

el alma y el valor, con dos impactos
al pie de la mirada; dando voces;
los límites, dinámicos, feroces;
tragándome los lloros inexactos,

me encenderé, se encenderá mi hormiga,
se encenderán mi llave, la querella
en que perdí la causa de mi huella.

Luego, haciendo del átomo una espiga,
encenderé mis hoces al pie de ella
y la espiga será por fin espiga.

I will die in Paris, on a rainy day,
on some day I can already remember.
I will die in Paris — and I don´t step aside —
perhaps on a Thursday, as today is Thursday, in autumn.

It will be a Thursday, because today, Thursday, setting down
these lines, I have put my upper arm bones on
wrong, and never so much as today have I found myself
with all the road ahead of me, alone.

Cesar Vallejo is dead. Everyone beat him,
although he never does anything to them;
they beat him hard with a stick and hard also

with a rope. These are the witnesses:
the Thursdays, and the bones of my arms,
the solitude, and the rain, and the roads.

Quiero escribir, pero me sale espuma,
quiero decir muchísimo y me atollo;
no hay cifra hablada que no sea suma,
no hay pirámide escrita, sin cogollo.

Quiero escribir, pero me siento puma;
quiero laurearme, pero me encebollo.
No hay toz hablada, que no llegue a bruma,
no hay dios ni hijo de dios, sin desarrollo.

Vámonos, pues, por eso, a comer yerba,
carne de llanto, fruta de gemido,
nuestra alma melancólica en conserva.

Vámonos! Vámonos! Estoy herido;
Vámonos a beber lo ya bebido,
vámonos, cuervo, a fecundar tu cuerva.

I will die in Paris, with hard dirty rain
one day I now remember.
I will die in Paris — and I don´t run —
maybe a Thursday, like today, in autumn.

Thurday, because today, Thursday, when I prose
these lines, I have forced my humeri on
unwilllingly and, never like today have I again,
with all my road, seen myself alone.

Cesar Vallejo is dead, they beat him
everyone, without him doing anything to them;
hey hit him hard with a stick and hard

likewise with a rope; witnesses are
the Thursdays and the humerus bones,
the loneliness , the rain, the roads…

El placer de sufrir, de odiar, me tiñe
la garganta con plásticos venenos,
mas la cerda que implanta su orden mágico,
su grandeza taurina, entre la prima
y la sexta
y la octava mendaz, las sufre todas.

El placer de sufrir… ¿Quién? ¿a quién?
¿quién, las muelas? ¿a quién la sociedad,
los carburos de rabia de la encía?
¿Cómo ser
y estar, sin darle cólera al vecino?

Vales más que mi número, hombre solo,
y valen más que todo el diccionario,
con su prosa en verso,
con su verso en prosa,
tu función águila,
tu mecanismo tigre, blando prójimo.

El placer de sufrir,
de esperar esperanzas en la mesa,
el domingo con todos los idiomas,
el sábado con horas chinas, belgas,
la semana, con dos escupitajos.

El placer de esperar en zapatillas,
de esperar encogido tras de un verso,
de esperar con pujanza y mala poña;
el placer de sufrir: zurdazo de hembra
muerta con una piedra en la cintura
y muerta entre la cuerda y la guitarra,
llorando días y cantando meses.

Completamente. Además, ¡vida!
Completamente. Además, ¡muerte!

Completamente. Además, ¡todo!
Completamente. Además, ¡nada!

Completamente. Además, ¡mundo!
Completamente. Además, ¡polvo!

Completamente. Además, ¡Dios!
Completamente. Además, ¡nadie!

Completamente. Además, ¡nunca!
Completamente. Además, ¡siempre!

Completamente. Además, ¡oro!
Completamente. Además, ¡humo!

Completamente. Además, ¡lágrimas!
Completamente. Además, ¡risas!…

¡Completamente!

He visto ayer sonidos generales,
                 mortuoriamente,
                 puntualmente alejarse,
cuando oí desprenderse del ocaso
                 tristemente,
exactamente un arco, un arcoíris.

Vi el tiempo generoso del minuto,
                 infinitamente
atado locamente al tiempo grande,
pues que estaba la hora
                 suavemente,
premiosamente henchida de dos horas.

Dejóse comprender, llamar, la tierra
                 terrenalmente;
negóse brutalmente, así a mi historia,
y si vi, que me escuchen, pues, en bloque,
si toqué esta mecánica, que vean
                 lentamente,
despacio, vorazmente, mis tinieblas.

Y si vi en la lesión de la respuesta,
                 claramente,
la lesión mentalmente de la incógnita,
si escuché, si pensé en mis ventanillas
nasales, funerales, temporales,
                 fraternalmente,
piadosamente echadme a los filósofos.

Mas no más inflexión precipitada
en canto llano, y no más
el hueso colorado, el son del alma
                 tristemente
erguida ecuestremente en mi espinazo,
ya que, en suma, la vida es
                 implacablemente,
imparcialmente horrible, estoy seguro.