Vida:
sella mi pacto contigo.
Hunde tus brazos azules
por el arco de mi boca,
derrámate como un río
por las salobres galerías de mi cuerpo, llega
como un ladrón, como aquel
al que imprimen en la frente de improviso
el impacto quemante de la dicha,
como quien no puede esconder más bajo el abrigo
una noticia magnífica y quiere reírse solo,
y está el amor que se le riega por los codos
y todo se lo mancha,
y no hay quien lo mire que no quiera
besar dos veces las palmas de sus manos.
Vida: asómate a mi carne, al laberinto
marino de mi entraña,
y atiende con arrobo irreprimible
a este niño infinitesimal
urdido por el cruce de fuego de dos sexos.
Por él he de partir en dos mi corazón
para calzar sus plantas diminutas.
Vida: coloca en su cabeza de la altura de un ave
el techo de tu mano. No abandones jamás
a este cachorro de hombre que te mira
desde el sueño plateado de su tarro de luna.
Coloca, con levedad silvestre, tu beso inaugural
en sus costillas de barquito de nuez. No lo abandones,
es tu animal terrestre, el puñado de plumas
donde se raja el viento.
Vida: acoge a esta criatura
que cabe en un durazno.
Yo te nombro en su nombre su madrina.
Alzo por ti mi vientre.
Vida: abre los brazos.


Ana Istarú

Vida:

seal my pact with you.
Sink your blue arms
through the arc of my mouth,
spill like a river
through the brackish galleries of my body, arrive
like a thief, like that one
upon whose brow they suddenly print
the burning impact of good fortune,
like one who can no longer hide magnificent news
beneath the overcoat and wants to laugh alone,
and there is the love that sloshes head to toe
and tinges everything,
and there is not a soul who sees it and doesn’t want
to kiss her palms two times.
Life: loom within my flesh, in the marine
labyrinth of my core,
and care with irrepressible rapture
for this infinitesimal child
plotted by the crossing of fire of two sexes.
For him I must break my heart in two
to cover his diminutive soles.
Life: place over his head at the height of a bird
the roof of your hand. Never abandon
this cub of man who looks at you
from the silvery dream of his pot of moon.
Place, with wild lightness, your inaugural kiss
on those ribs of a toy walnut ship. Don’t abandon him,
he is your earthly animal, the fistful of feathers
where the wind splits.
Life: welcome this being
who fits within a peach.
In his name I name you his godmother.
I raise up my womb for you.
Life: open your arms.


Ana Istarú
English Translation: Antlanta Review

Ábrete sexo
como una flor que accede,
descorre las aldabas de tu ermita,
deja escapar
al nadador transido,
desiste, no retengas
sus frágiles cabriolas,
ábrete con arrojo,
como un balcón que emerge
y ostenta sobre el aire sus geranios.
Desenfunda,
oh poza de penumbra, tu misterio.
No detengas su viaje al navegante.
No importa que su adiós
te hiera como cierzo,
como rayo de hielo que en la pelvis
aloja sus astillas.
Ábrete sexo,
hazte cascada,
olvida tu tristeza.
Deja partir al niño
que vive en tu entresueño.
Abre gallardamente
tus cálidas compuertas
a este copo de mieles,
a este animal que tiembla
como un jirón de viento,
a este fruto rugoso
que va a hundirse en la luz con arrebato,
a buscar como un ciervo con los ojos cerrados
los pezones del aire, los dos senos del día.


Ana Istarú

lo que duele es aquí
y es de maíz cascado
pienso en mi madre que tenía una banderita
pasó por esta casa
—es preciso explicarlo: la casa ya no existo—
pasó por esta casa fulgurante
pasó por esta espléndida
casa fulgurante
flamante refulgente
    con               maldita sea
    los ramos de heliotropo
    la pascuita
    árboles bordados pájaros varios pecespericos
    los pájaros frutales
    el gato sucumbiendo a la pasión
    (a las pasiones varias: pájaros peces)
    un amor de veraneras mal disimulado
    mi primer ramo de novios aromosos
    ese beso del cual nunca pienso sanar
pasó pues por esta casa
y hacía de carrusel
de servilleta
de pajarito blanco
de puñetero Niño Dios
era de azúcar
tocaba el té con la falange pequeñita
yo sí me acuerdo
me parece refulgirme refulgente todavía
remojando el corazón en los granitios
yo sí me acuerdo aunque todos se olviden
e insistan cortésmente en que total ya se murió
—nadie se ofenda                  me refiero únicamente
a sus seres más queridos—
yo sí me acuerdo
y si es necesario
yo por siempre jamás me acordaremos todos
pasó por esta casa
y yo soy el testigo:
toque este hueco
que dejó mi corazón
en su tumba se agolpa un éxtasis de abejas
me acordaremos todos
aquí es lo que me duele
y un carrusel de azúcar siempre nunca jamás


Ana Istarú